miércoles, 28 de diciembre de 2011

La vida es como un cuento

Podría describir mi vida como un cuento: con momentos felices y momentos tristes, con príncipes, brujas y princesas, con comienzos desastrosos y finales abiertos, con gente que daría la vida por hacerte feliz, y con gente que la daría por hacerte sufrir. Un cuento en el que el comienzo está perdido y en el que el final jamás hará acto de presencia, en el que mañana podrá ser un día totalmente nuevo, diferente para cada punto de vista, o como cualquier otro día que podamos ver los demás cuentos.

Una historia en la que hay más de un príncipe, y en la que cada uno de ellos te hará daño, una historia en la que puedes esperar sentado si pretendes que uno de los más deseados príncipes te elija a ti como doncella. En que la mejor pareja que podrás encontrar será su lavaplatos. Sí, ese con el que jugabas de pequeña y que siempre viste como amigo, ese que algún día sacará a la luz sus sentimientos. Pero no existe leyenda en la que no haya tristeza, por lo que al final acabarás solo, pues por amor habrás echado a perder la mejor amistad que hayas tenido.

Un relato en el que cada día te levantarás con una idea en la cabeza, a cada cual menos probable de conseguir. En el que un día aquella amistad volverá, sacándote de la soledad, y en el que encontrarás a una persona que te hará feliz, no sin un coste alto, pues sufrirás mientras buscas a esa persona, pasarás por incontables desdichas. Pero habrá merecido la pena, pues la vida sabe reconocer las situaciones en este extraño cuento.

Puedes ver esto como una desgracia, o puedes verlo como la más alta de las fortunas, pero lo veas como lo veas, has de pensar que esta es la vida, podrás aceptarla... o rechazarla, igual que por actos de la misma, otras personas podrán actuar en tu lugar si no te decides pronto. Puedes decidir disfrutar de cada momento de felicidad que encuentres en el relato... o puedes sentarte y llorar cada desgracia. Podrás también sacar todo el provecho posible al cuento: disfrutando, pero también sufriendo en su medida.

Durante tu camino, muchas personas pasarán por tu lado, puedes elegir quedarte con unas, o quedarte con otras, si eliges bien lo que hacer en esta vida, estarás rodeado de gente que merece tu aprecio, y que lo darán todo a cambio de tu sonrisa. Elige bien, pues de ahí depende tu felicidad.

domingo, 25 de diciembre de 2011

Monotonías

Muchos vivimos en una monotonía constante, y ni siquiera nos damos cuenta, hay momentos en los que sabemos lo que pasará, y ni siquiera nos fijamos en ese hecho. Momentos en los que pasamos por un jardín sin darnos cuenta que aquella que más luce, es nuestra flor favorita, la que plantamos años atrás con nuestras propias manos y la ilusión de un niño que acaba de ver el sol por primera vez en la mañana.

Hay momentos en los que ni siquiera vemos que aquella persona en la que ponemos toda la atención con la que contamos nos está llamando. En los que no podemos ver que el deseo que hemos perseguido durante toda nuestra vida se está haciendo realidad.

Momentos en los que no sabemos si vivimos en el ayer, en el hoy o en el mañana. Momentos en los que estamos tan confusos que no sabemos si tenemos dos flores delante o si tal vez son tres. Momentos que podrían haber sido únicos, que podrían haber marcado nuestras vidas.

Hay momentos en los que la monotonía nos confunde, en los que se funde en un abrazo con nuestras vidas, dejando las almas flotar en el aire, sin rumbo fijo en la vida, sin razón de existencia. En los que nuestras auras son tan borrosas que nadie podría descubrir nuestra verdadera esencia.

Una monotonía que mañana podremos odiar, tanto como odiamos ayer. Una monotonía que echará a perder nuestras vidas, que nos impedirá salir adelante...

Seguir las monotonías existentes puede fastidiar el trabajo de toda una vida, puede distanciarnos de nuestros familiares, impedir que veamos cuál es el camino a seguir, el camino correcto.

Puede que no evitarlas haya acabado con la vida de muchas personas, o haya fastidiado la de otras... no sé vosotros, pero yo soy la dueña de mi vida, y no pienso echarla a perder.

sábado, 24 de diciembre de 2011

Tal vez...

Puede que hoy no sea tu mejor día, puede que hayas sufrido sin poder evitarlo, posiblemente tu mente te esté diciendo que te rindas, que esta vida es dura y tú no tienes el valor de afrontar cada problema.

Puede que mañana llegues con la cabeza gacha, mirando al suelo y sin levantar la vista, puede que lo hagas, y no verás a todas aquellas personas que intentaron ayudarte, y que hoy lo siguen intentando, puede que te rindas, que no luches por lo que quieres y que no hagas caso de los momentos felices.

Puede que hagas eso, que decepciones a todas las personas que intentaron ayudarte, que quites los ánimos a aquellas que aún tenían esperanza, a quien intentaba, de la forma que fuera, luchar.

Puede que me quites la alegría, puede que me quites las ganas de luchar por mi propia felicidad, pero aún seguiré allí, para apoyarte, y para decirte que no debes rendirte, que la vida merece la pena y estoy a tu lado para ayudarte a afrontarla, para nombrar a cada persona que esté conmigo en este proyecto.

Puede que hayas intentado rendirte, pero créeme, tal vez no sea la mejor opción.

Tal vez deberías dejarte llevar, guiarte por tus sentimientos, por lo que más deseas hacer, sin hacer caso de las críticas, sin hacer caso de las modas, tal vez lo que te haría feliz sería algo que todos creen estúpido.

Pero tal vez deberías pensar, que ese hecho estúpido, para ti es especial.

Tal vez...

viernes, 23 de diciembre de 2011

Disfruta.

Despierta, ven, cuéntame, dime todo aquello que más anheles revelar, cada secreto que devora tu alma por segundos. Sé sincero, cuéntale al mundo todo aquello que tanto deseas contar, disfruta como si fuera tu último día de vida, no tienes nada que perder.
Disfruta ahora, es el momento, mañana tal vez no puedas. Siéntete libre, sé sincero, cuéntale a aquella persona que la quieres, sin miedo, no dudes. No hay nada que perder, empieza de cero, asegúrate de que la vida te da una segunda oportunidad para todo aquello que hiciste mal en su momento.
Descubre el mundo, descubre cada cualidad, cada defecto de aquella persona que tanto anhelas. Siéntete libre, por un día o por todos. Disfruta, demúestrale a la vida que no tienes miedo, que no te vas a rendir, que vas a demostrar que cada segundo merece la pena... y lo vas a aprovechar.
No tengas miedo, no te averguences, no te sientas culpable, no te sientas inferior, pero tampoco superior. Por una vez en tu vida, descubre cómo es el mundo, cómo es mirar a los demás en igualdad de condiciones.
Siente, no temas al mundo, descubre cada rincón del planeta, disfruta cada segundo de aquel lugar que tanto adoras. Visita aquella cascada que te hizo sentir especial, o aquella playa en que descubriste la libertad.
Disfruta, nadie te lo impide.